Comenzamos los días festivos de Semana Santa aprovechando para conocer los rincones naturales del sur de la comunidad de Madrid, mucho más desconocidos y por ende, mucho menos concurridos.
Buscando lugares que visitar en pleno confinamiento perimetral nos encontramos con este rinconcito en las proximidades de Aranjuez: un humedal creado tras la construcción de una presa en los tiempos de Felipe II.
Lo cierto es que el arroyo sorprende por el caudal (tanto antes como después de la laguna) en una zona donde salvo el Tajo, la mayoría suelen estar secos.
Para acceder es muy sencillo: el camino nace justo al final de una zona comercial en la que es muy fácil aparcar. Enseguida entras al espacio protegido y a unos 500 metros llegas a la laguna principal, el Mar de Ontígola (llamado así por el pueblo toledano que está justo al lado).
El camino se adapta perfectamente a un carro de bebé sencillo (uno estilo "yoyo", ligero) y salvo la partecita que va pegada a la vía del tren, es completamente apto para niños muy pequeños.
Os dejo un vídeo de la peque en acción por el camino y algunas fotos de esta pequeña maravilla natural a las puertas de Aranjuez.


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